
Sus padres vinieron a Europa en busca de la felicidad que no podían conseguir en sus países de origen. Lucharon contra las adversidades, contra la explotación, contra el racismo y hoy en día muchos de ellos estan cobrando su pensión y se sienten europeos de adopción. Sus hijos, europeos de nacimiento y que no conocieron el infierno de la patria natal de sus padres, no acaban de integrarse. ¿Qué ha sucedido?.
Sólo el 1,5 % de los hijos de los inmigrantes no comunitarios llegan a la universidad en España. La mayoría de ellos abandona el sistema educativo al terminar la ESO y casi doblan el abandono antes de terminar esta etapa, el 13,8 de inmigrantes frente al 6,7% de alumnos autóctonos españoles . La amenaza es aterradora, el 98,5% de estos jóvenes tendrá prácticamente vetado su acceso a los puestos de trabajo de más alta cualificación. ¿Se está perpetuando el problema de la exclusión social de los emigrantes?. Muchos expertos reclaman nuevos sistemas de integración. (1).
En Inglaterra se ha dado por fracasado el sistema de integración de inmigrantes y se propone medidas para seleccionar los nuevos inmigrantes mediante un “sistema de puntos” que premie el perfil de inmigrante que la sociedad necesita; altamente cualificado y con un dominio de Inglés a nivel B2. Por otra parte, se endurecerán las penas contra los que no demuestren su integración o violen reiteradamente la leyes del país, pudiéndose incluso proponer la expulsión a su país de origen.(2).
Los alemanes no tiran la toalla, aunque su problema sea incluso más grave, los jóvenes turcos parecen querer crear un estado en el interior del propio estado alemán. Defienden su nacionalismo y hacen gala de sus “rasgos culturales”..
Se quiere solucionar el problema mediante cursos de “formación cívica”, donde los inmigrantes aprendan a ser “alemanes”. Mientras que los líderes de las minorías étnicas acusan a A.Merkel, presidenta del gobierno, de despertar un “debate malicioso” en torno a los inmigrantes, la oposición se queja que esta medida integradora es “demasiado cara”.(3)
En Francia el problema parece radicalizarse aunque la
“expulsión de los rumanos” no es más que la punta del iceberg de otro problema mayor enquistado en la sociedad francesa, el de los jóvenes franceses hijos de inmigrantes procedentes del Magreb y de las antiguas colonias galas. Apenas un 5% de estos hijos de inmigrantes consigue entrar en la universidad. Los demás se desaniman desde que nacen; algunos salen adelante, otros se dejan llevar por la delincuencia. Saben que no se les acepta, que sus orígenes, su color de piel y su condición no les permitirán acceder a la enseñanza superior ni tener una carrera profesional normal. Mientras que la extrema derecha los acusa de parásitos sociales, ellos se quejan de que no reciben el mismo trato que los franceses “blancos”. (4)
El debate está servido ...¿Han fracasado los sistemas educativos europeos en la integración de las minorías ?. ¿ Es posible una Europa donde todas las culturas y religiones puedan coexistir y al mismo tiempo mantener su cohesión interna?.
Para saber más: (PDF).
Sólo el 1,5 % de los hijos de los inmigrantes no comunitarios llegan a la universidad en España. La mayoría de ellos abandona el sistema educativo al terminar la ESO y casi doblan el abandono antes de terminar esta etapa, el 13,8 de inmigrantes frente al 6,7% de alumnos autóctonos españoles . La amenaza es aterradora, el 98,5% de estos jóvenes tendrá prácticamente vetado su acceso a los puestos de trabajo de más alta cualificación. ¿Se está perpetuando el problema de la exclusión social de los emigrantes?. Muchos expertos reclaman nuevos sistemas de integración. (1).
En Inglaterra se ha dado por fracasado el sistema de integración de inmigrantes y se propone medidas para seleccionar los nuevos inmigrantes mediante un “sistema de puntos” que premie el perfil de inmigrante que la sociedad necesita; altamente cualificado y con un dominio de Inglés a nivel B2. Por otra parte, se endurecerán las penas contra los que no demuestren su integración o violen reiteradamente la leyes del país, pudiéndose incluso proponer la expulsión a su país de origen.(2).
Los alemanes no tiran la toalla, aunque su problema sea incluso más grave, los jóvenes turcos parecen querer crear un estado en el interior del propio estado alemán. Defienden su nacionalismo y hacen gala de sus “rasgos culturales”..
Se quiere solucionar el problema mediante cursos de “formación cívica”, donde los inmigrantes aprendan a ser “alemanes”. Mientras que los líderes de las minorías étnicas acusan a A.Merkel, presidenta del gobierno, de despertar un “debate malicioso” en torno a los inmigrantes, la oposición se queja que esta medida integradora es “demasiado cara”.(3)
En Francia el problema parece radicalizarse aunque la

El debate está servido ...¿Han fracasado los sistemas educativos europeos en la integración de las minorías ?. ¿ Es posible una Europa donde todas las culturas y religiones puedan coexistir y al mismo tiempo mantener su cohesión interna?.
Para saber más: (PDF).